En septiembre de 2024, la República Checa sufrió graves inundaciones. Nuestra planta de EQCZ en Ostrava se vio especialmente afectada. La rotura de una presa en la confluencia de dos grandes ríos provocó inundaciones masivas; el agua alcanzó niveles de hasta 1,5 metros en algunos puntos. La producción, las oficinas, los almacenes e incluso la infraestructura de servidores se vieron afectados. Todas las operaciones tuvieron que detenerse con poca antelación. La planta de Ostrava estuvo sin electricidad durante diez días.
Se requería actuar con rapidez: documentar los daños, limpiar las salas y dar los primeros pasos para reanudar la producción. En medio de esta situación excepcional, reinaba una gran incertidumbre, incluso entre los empleados, que se preguntaban con razón qué ocurriría a continuación.
La gerencia respondió con decisión. Se replantearon los procesos, se agilizaron los procesos de toma de decisiones y se flexibilizó la organización. Juntos, resistimos la considerable presión de nuestros clientes, quienes dependían de las entregas puntuales.
Esta crisis se convirtió en una prueba de fuerza. Y la fortaleza quedó demostrada. Muchos empleados asumieron su responsabilidad y se pusieron manos a la obra, con integridad, con ropa de trabajo y botas de goma. La solidaridad fue impresionante. Los equipos de nuestros socios de maquinaria, Engel y Arburg, también apoyaron activamente la reanudación de la producción. Queda un enorme agradecimiento a todos los que hicieron posible esta reanudación con su compromiso, perseverancia y actitud. Les decimos: «Gracias. Y seguimos».